A partir de ahí, decidimos intentar dar un giro a los patrones, haciéndolas más ajustadas y cortas, con un bajo justo à la entrada del bolsillo del pantalón y las mangas más pegadas al brazo, para que se pudieran utilizar para ir à trabajar bajo una blazer». Puede que esto sea en parte por haber vivido EEUU, donde estudiamos, pero también por nuestros veranos en Salinas, Asturias, un destino conocido por su tradición surfera, en el que, incluso en las noches de agosto, necesitas una sudadera para salir.