Los inspectores visitan una vez al año, solo para verificar que una instalación es capaz de seguir el protocolo para mantener el algodón orgánico separado, y no inspeccionan todo el algodón que se procesa. Los expertos llaman a este sistema “comercio de papel” y dicen que, en cada paso, hay poco que impida a una instalación vender un montón de algodón convencional como orgánico, camisetas de alemania y luego cambiar el certificado de transacción de papel para que coincida con un volumen más grande.
