En el terreno político, el fin de siglo fue una época turbulenta y de gran agitación social: se consolidó el catalanismo, con la publicación del Diari Català por Valentí Almirall (1879), la celebración en 1880 del Primer Congreso Catalanista, la entrega en 1885 al rey Alfonso XII del Memorial de greuges («Memorial de agravios»), la fundación en 1887 de la Lliga de Catalunya, en 1891 de la Unió Catalanista y, finalmente, en 1901, de la Liga Regionalista de Enric Prat de la Riba.